¿Cuáles son mis opiniones?
Tienes opiniones sobre muchas cuestiones.
Por ejemplo, tendrás tu propia opinión sobre las religiones.
Puedes adoptar diferentes puntos de vista al respecto:
·No defiendo ninguna religión porque...
·Defiendo a esta religión frente a las demás porque...
·Defiendo a todas las religiones por igual porque...
Puedes manifestar diferentes puntos de vista a partir de tu sistema de ideas.
Sin embargo, en muchas ocasiones vemos que nuestras argumentaciones se fundamentan en creencias donde la cultura y las emociones han dominado al pensamiento crítico. Son argumentaciones que no te permiten salir de ti mismo.
Esto es lo que ocurre con los partidos políticos. Al representar a un partido, el político da un argumentario de por qué hay que votarle a él y no a otro. No sale de sí mismo, adoptando una postura dogmática. Él tiene la verdad, la fórmula secreta. Pantomimas, ya sabes...
Pero nosotros no somos distintos a los políticos. Es difícil salirse de uno mismo para conectar con el otro.

De ahí la importancia de desarrollar el pensamiento crítico, con el que serás capaz de interiorizar con el sistema de ideas de otra persona, así como de reformular tus propias ideas.
A continuación te dejo diferentes consejos para ayudarte a saber lo que uno piensa:
1) Hablarse a uno mismo
Decirse las ideas para reflexionar es una buena costumbre. Esto es un clásico en la filosofía griega antigua. Platón por ejemplo llamaba a esto "el diálogo interior del alma consigo misma." Se trataría de escribir en un papel tus ideas e intentar ponerle objeciones.
2) Hablar con alguien de confianza
Se puede hablar también a alguien en quien se tenga confianza. Ello facilitará la exposición de ideas, estarás menos presionado y si el otro te corrige, no lo llevarás tan mal. Esta forma puede convertirse en un diálogo real, en el que la persona que te escucha también realizará este ejercicio de autoconsciencia y de reformulación de ideas.
3) Grabarse en una grabadora
Es difícil escucharse a sí mismo. Una manera sencilla de hacerlo es grabándose, como si uno se entrevistara. Al escucharse después, tomarás distancia y encontrarás posibles errores en tu argumentación o en tu sistema de ideas mismo.
4) Escribir tus ideas
Es el más efectivo. El paso de lo oral a lo escrito elimina dudas, repeticiones y enseña a reunir y concentrar lo que uno piensa.
Además la escritura obliga de alguna manera a ser más preciso.
También se podría poner la fecha en la que has escrito tus ideas y consultar tras un tiempo. ¿Te sientes identificado con esas ideas de entonces?
Te recomiendo que trabajes en la formulación de tus ideas mediante el lenguaje, ya sea oral o escrito. Aquí te he mostrado diferentes posibilidades.
A continuación haz un análisis de las ideas. Lo que has de preguntarte es lo siguiente:
¿Cuáles son mis ideas?
Por ejemplo acerca de la religión (que he introducido antes).
Supongamos la siguiente afirmación: "no me siento afín a ninguna religión, pero respeto que haya personas que sí se sientan parte de un grupo religioso y profesen su religión".
¿En qué se apoyan mis opiniones?
·Las religiones no me ayudan a vivir mejor.
·Entiendo que a otras personas la religión les ayude a vivir mejor.
·Veo un problema tomar una religión por verdadera, porque esto significaría ver al resto de religiones como inferiores.
Como puedes ver, hay un problema entre la afirmación inicial y mis opiniones. Por un lado estaría respetando que las personas defendieran su religión, pero por otro sostengo que este hecho puede crear conflicto.
La pregunta que surgiría de lo anterior sería: ¿Estoy seguro de que respeto las religiones?
Mi selección de opinión: ¿cómo te consideras con respecto a la religión?
Cuidado: esto no es lo mismo que decir que eres ateo o agnóstico (ya que no se ha considerado el concepto de Dios).
Siguiente cuestión: ¿de dónde surge esta postura?
Como sabrás, las opiniones no nacen espontáneamente, ya que se construyen a partir de la experiencia y la reflexión. Por ello se encuentran en constante cambio. Cuanto más leas, pienses y vivas, más difícil te será conservar tus ideas. Pero tranqui, eso es bueno. Estarás desarrollando el pensamiento crítico, el pensamiento prudente, antifanático, antidogmático.
Si se ha llegado a la conclusión de que soy arreligioso (sosteniendo que ni soy religioso ni creo, en definitiva, que las religiones sean beneficiosas para las sociedades), he de preguntarme de dónde surge esta idea. En este caso, se pueden recordar lecturas, experiencias y demás por las que, a partir de un examen reflexivo, he llegado a esta conclusión.
En este caso he llegado a esta conclusión a partir de la exposición de las diferentes afirmaciones, que se habrían configurado, por ejemplo, a través del entorno social y el estudio de diferentes textos de historia de las religiones.
La idea no es imponer al mundo mi idea de la arreligiosidad, sino simplemente presentarle mi argumentario para justificar ese pensamiento. Aquí no se trata de decirle al otro que he alcanzado una verdad absoluta con este pensamiento, sino más bien de mostrarle que mi argumento está bien construido, que ha sido reflexionado y que tiene una justificación. No se trata de ganar sino de mostrar la elegancia de mis ideas, independientemente de que molesten al otro o no. Si el otro se molesta es que necesita educarse en pensamiento crítico, porque el pensador crítico tiene un carácter sosegado, sabe de la dificultad de pensar bien y escucha al otro con verdadero interés; es consciente de que siempre puede aprender algo nuevo.
Dicho esto, te animo a que tú hagas un ejercicio similar a este. Ya que he introducido el concepto de religión sigue con él.
Recuerda:
·Formula por escrito lo que piensas sobre las religiones.
·¿Qué conclusión extraes?
·¿De dónde han surgido esas opiniones?
Esta operación beneficiará a tu pensamiento y te permitirá conectar con sistemas de ideas diferentes al tuyo.
Te agradezco mucho que compartas este artículo
SOBRE EL AUTOR DE ESTA ENTRADA, JESÚS M.C.
Soy creador del blog Coaching Filosófico, donde comparto consejos basados en diferentes escuelas de pensamiento para ayudarte a pensar bien y para que te construyas un sistemas de ideas coherente y auténtico. Si quieres potenciarte y descubrir cuál es tu lugar en el mundo, has dado con el sitio correcto.
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